INGREDIENTES:
10-12 Flores de calabacín
1 Cebolleta
150 grs. de queso gouda
150 ml. de nata líquida
100 grs. de jamón ibérico
1 huevo
125 grs. de harina
200 ml. de agua muy fria
Sal
Aceite
ELABORACIÓN:
Hace como un año las probé en un restaurante y me encantaron. Como es un producto de temporada y que dura muy poco me costó encontrarlas. Las encontré en una frutería especializada aquí en Madrid. La suerte que este domingo fui a casa de mi padre y tenía calabacín plantado en un pequeño huerto. No pude resistir y me cogí una docena para ver que tal.
En primer lugar las lavamos con bien de agua fría y las quitamos los pistilos.Las decanos bien y las ponemos sobre un papel absorbente. Las reservamos en la nevera hasta que tengamos el relleno preparado.
Para el relleno cortamos una cebolleta muy fina y la pochamos hasta que esté transparente. Una vez pochada la batimos hasta conseguir una crema. Añadimos ahora el jamón en trozos pequeños y los damos unas vueltas.
Añadimos la nata líquida y en cuanto empieza a cocer añadimos el queso cortado en trozos. Lo dejamos al fuego hasta que se derrita todo. Lo retiramos y dejamos enfriar un poco.
Para la tempura, levantamos a punto de nieve una clara de huevo y cuando esté le añadimos la harina, el agua muy fría, la yema del huevo y una pizca de sal.
Con la ayuda de una manga pastelera y con mucho cuidado empezamos a rellenar las flores, las cerramos por arriba como si fuesen caramelos y una por una vamos pasando por la tempura y friendolas en aceite muy caliente.
Vamos dejando sobre un papel absorbente y procuramos servir según salen.
Es un producto delicado de trabajar pero sorprendentemente sabroso y rico.
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